MÓDULO 2. El largo camino hacia la igualdad. Mujeres en la historia, Segovia.

 

Buenos días!

Hoy agradezco que me toque investigar en la historia para recuperar la historia de mujeres olvidadas o no suficientemente reconocidas u hombres que han trabajado para ello.

Tengo la fortuna de ser de una de las ciudades más bonitas del mundo y de España: Segovia. Allí han nacido o vivido muchas figuras masculinas relevantes para la historia en muchos ámbitos de la sociedad, tales como Fernando el Católico, Louis Proust, San Juan de la Cruz, Antonio Machado, Domingo de Soto, Andrés Laguna, Ezequiel González, Emiliano Barral, Agapito Marazuela, Martínez Campos, Pedro Delgado, Cándido López, Nicomedes García, Florentino Trapero, Aniceto Marinas, José María Moro o Juan Bravo.

Pero por supuesto, también muchas mujeres tales como María Zambrano, María de Pablos, Isabel la Católica, Beatriz de Bobadilla, Dominica de Contreras y López de Ayala Guiomar, Isabel Clara Eugenia, María Coronel, Doña Berenguela, Juana de Portugal, Catalina de Lancaster, María Quintana, Juliana Gallego, Isabel de Farnesio, Isabel de Braganza, la Chata, Lucía Jiménez, Rebeca Jiménez, Santa Teresa de Jesús, Ana de Austria o Elvira Sastre.

No quería olvidarme ninguno o ninguna, pero estoy absolutamente convencido de que lo he hecho porque estas son las personas que han pasado a la historia y que probablemente cualquier persona fuera de Segovia no tenga el gusto de conocer a muchos, por ello invito a cualquiera que lea sus nombres a interesarse por su biografía. La historia generalmente ha sido escrita por hombres ganadores de guerras o batallas, y no conoceremos muchas de las personas que han contribuido en muchos ámbitos de la vida y de la sociedad.

Un ejemplo de ello es María de Pablos, mujer segoviana nacida en 1904 de la Generación del 27, cuyos logros no conoceríamos si Mariano Gómez de Caso no hubiera publicado su biografía en el año 2016. Fue una intelectual musical y una pionera como mujer. Gran pianista, compositora fue la primera mujer en presentarse a unas oposiciones de composición y ganar con tan solo 23 años, y una de las primeras, sino la mujer directora de orquesta en España. Para admitirla semejante cargo, tenía que ser muy buena en la época. Estoy convencido que tuvo que hacer muchos más logros que cualquier otro hombre para llegar a lo que llegó. Por ejemplo, necesitó ser avalada por músicos de prestigio como Conrado del Campo, Bordás, Pérez Casas, Villa o Bretón para convertirse también en ser la primera mujer que recibió una beca para la Academia de Bellas Artes de Roma. ¡La música no es solo para hombres! Ella abrió el camino para las siguientes. También fue la primera mujer en dirigir una orquesta en los estudios de Unión Radio. Murió el 1 de noviembre de 1990. Desde 2018, se celebra en Segovia el Concurso Internacional de Composición “María de Pablos” orientado a reconocer el talento de compositoras musicales de todas las edades y nacionalidades, así como difundir su obra.



No quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de María Zambrano, seguramente conocida por quienes lean esta entrada, pero únicamente quería destacar una reflexión que la ciudad de Segovia le inspiró. En realidad, fue una enamorada de Segovia, ciudad multicultural en la que entre sus muchos monumentos destaca la Iglesia de la Vera Cruz, muy peculiar por ser propia de los caballeros templarios. María ya quiso ser “caja de música” lo cual es imposible. Más adelante “quiso ser caballero templario”.

María escribió en su autobiografía: “en Segovia, donde yo cumplí 6 años, […] estaban como monumento nacional los templarios. Yo le pregunté a mi padre quiénes eran los templarios; mi padre me contestó algo, […] recuerdo que me dijo que eran unos caballeros, y yo era una mujer, y entonces pregunté, no sé si a mi padre o a mi madre, si había que ser siempre lo que ya se era, si siendo yo una niña no podría ser nunca un caballero, por ser mujer”.

La poeta y filósofa afirma: “Ser mujer significa renunciar y no poder ser lo que se quiere ser”.

María ha aportado mucho en la reflexión social en aras de la igualdad.



Por último, este es un lugar idóneo para hablar de “las Águedas”, fiesta popular segoviana conocida popularmente como la fiesta donde mandan las mujeres. Se celebra a principios de febrero, en la festividad de “Santa Águeda”.

 Cuenta la leyenda que desde 1227 las zamarriegas gozan de varios privilegios, después de que los tercios segovianos reconquistara el Alcázar que había caído en manos sarracenas, poniéndolo a disposición del rey Alfonso VI, recuerdo de aquella hazaña quedan las alabardas que se conservan en la iglesia parroquial y acompañan a la procesión de la Santa. Aunque cronológicamente las fechas son difíciles de encajar, alguna gesta conseguirían para que los Reyes de Castilla les concedieran exenciones, quintas y el derecho al Alcadesado en el sentido más amplio del término.

En dicha fiesta, las mujeres cobran protagonismo y los hombres pasan a un segundo plano, incluso las autoridades ceden el bastón de mando a las mujeres. Muchas son las tradiciones que se conservan en la fiesta como la comida y bebida (tajá), el baile, el cambio de montera o el peaje. Destacan los premios y reconocimientos que se entregan:

  • -        El “matahombres” a aquel hombre o mujer que se destaca por haber colaborado con las mujeres en sus objetivos regalándosele un alfiler de lardo de oro clavado en un tronco.
  • -  El “ome bueno y leal”, entregado a personas que han mostrado un interés por Zamarramala (barrio en el que se celebra) y su fiesta por la igualdad.
  • -        El pregonero o pregonera es un honor que se concede en aras de hacer proclamas por una sociedad más igualitaria.
  • -        La “quema del pelele” es un honor de las alcaldesas que prenden un muñeco con forma de hombre. En la actualidad no pretenden representar ningún género, sino más bien lo negativo que hay en la sociedad, como, por ejemplo, la desigualdad o, como así fue, hace un par de años, el coronavirus.




Muchas personas conocidas han sido dignificadas con estos honores recientemente, tales como Carmen Mola (seudónimo de tres escritores), Luis del Olmo, Ana Belén, Rosa María Calaf, María Martín, Vanesa Muela, Esther García, Carolina Marín, Marta Robles, Luis Callejo, Ana Duato, Carmen Posadas, Juan Echanove, Ángeles Caso, Macarena Bartolomé, Grande-Marlaska, a las Fuerzas Armadas en su labor en la pandemia por Covid-19, Cándido López, Asociación segoviana de Esclerosis Múltiple, Nieves Herrero, César Lumbreras, Samantha o la fundación Enresa.

Cabe destacar el traje de aguedera como protagonista, el cual no puede contener símbolos de poder ya que el poder y autoridad señorial se reflejan en la montera y la vara de madera de las alcaldesas. El traje quiere reflejar desde antiguo religiosidad, maternidad, fuerza y belleza de la presencia femenina.

Existen documentaciones escritas de que desde sus inicios ha sido una fiesta en la que se ha reflexioado sobre la figura del hombre y la igualdad. Recomendables son para ello las lecturas de José María Avial y Flores, crónicas de 1839.

La templaria Iglesia de la Vera Cruz que inspiró a María Zambrano se encuentra en Zamarramala, barrio de las aguederas.

Para ser reconocido en la igualdad, desde mi punto de vista, basta con servir de referente para alguien, o simplemente, haber hecho reflexionar a una persona para conocer la situación y decidir mejorar en algún aspecto.

Deseo, como siempre, haber podido aportar mi granito de arena.

¡Buena semana!

 

 

 

 

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