Módulo 5. Pincelada sobre la importancia de la igualdad de género

 Pinceladas sobre la importancia de la igualdad de género

Las relaciones sociales entre las mujeres y los hombres tienen una relevancia considerable en la historia en puntos tan importantes como la evolución, valores sociales, normas, prácticas culturales, etc., los cuales determinan dichas relaciones a su vez.

Las relaciones se encuentran en un contexto socioeconómico y político, cuya combinación general afectan de manera positiva o negativa al contexto global. Por ejemplo, en el siglo XX se dieron cambios importantes, tales como la incorporación de un gran número de mujeres al mercado laboral, a la política, acceso diferente a las tecnologías, al control de la reproducción, etc. Todo ello altero las relaciones entre mujeres y hombres y reportó consecuencias para toda la sociedad.

Entendemos el género como construcciones sociales y culturales que configuran roles, percepciones y status de los hombres y las mujeres en la sociedad. Y por igualdad, algo parecido a la inexistencia de desigualdad de oportunidades y derechos en la esfera pública y privada, garantizando la posibilidad de vivir como se desee. Actualmente, se reconoce a nivel internacional que la igualdad de género es una pieza clave del desarrollo sostenible.

Durante los últimos 50 años aproximadamente se ha ido adquiriendo cierta perspectiva de género, abordando obstáculos que parecían inamovibles para la igualdad de género efectiva. Queda mucho por hacer, pero se ha creado cierto consenso social y un marco internacional que permite lograr avances en este aspecto, especialmente en asuntos educativos y económicos. El hecho de ponernos manos a la obra, ha facilitado la existencia de indicadores que ayudan a la consecución de dichos objetivos, de tal manera que podemos conocer en qué medida las mujeres y los hombres pueden gozar de los mismos derechos fundamentales y posibilidades de progreso personal y profesional y contribuir al desarrollo de su entorno.

La medición de estos objetivos y su examen continuo ha ayudado a objetivar las actitudes y percepciones culturales con respecto a la igualdad de género. Es decir, el hecho de poner encima de la mesa datos reales sensibiliza a la población, hace ser conscientes de una realidad, marca un objetivo e individualiza una tarea de toda la sociedad. Además, desde mi punto de vista, hace que esa evolución pueda ser sostenible y sostenida en el tiempo.



El mundo es muy heterogéneo y esto no es así en todas las sociedades. En muchas de ellas, existen tradiciones, valores, prácticas culturales que hacen partir desde más lejos a dichas sociedades. Y es que, la igualdad de género es una cuestión de derechos y constituye una tarea internacional para todas las mujeres y hombres del planeta, siendo un ingrediente fundamental en la justicia social y en la paz global. Todas esas tradiciones deben confrontarse con los derechos universales de las personas universalmente establecidos y acordados por la comunidad internacional, especialmente con la Declaración Universal de Derechos Humanos o la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. En otras palabras, el respeto de la diversidad cultural y los derechos culturales es del todo compatible con la igualdad de género si se inscribe en un marco de derechos humanos que favorezca la integración y el acceso en pie de igualdad a los derechos y las oportunidades.




Otras pinceladas que demuestran la transversalidad de la necesidad de tener una sociedad con plena igualdad:

 =        La igualdad de género es un camino hacia la paz. Los Estados con mayores índices de igualdad, con mayor empeño en la educación y el empleo basados en la igualdad, está fomentando la paz.



 =        Redunda en la salud de las personas. Por motivos económicos, sociales y culturales en el mundo la mujer recibe peores cuidados médicos: ingresos más bajos, sexismo, falta de educación… Cuando las mujeres son iguales en la sociedad, la salud obtendrá consecuencias positivas.

 =        Reduce la delincuencia que tiene como víctimas a las personas, reduce la trata de blancas. Si bien los hombres también son víctimas de la trata de personas, las mujeres y las niñas constituyen la mayoría. Son más vulnerables y los traficantes las ven como objetivos más fáciles. Con una mejor educación y opciones de trabajo, las mujeres y las niñas no terminan en situaciones de trata tan a menudo.

 =        Salva vidas. Estudios han dejado en evidencia que desastres naturales o consecuencias del cambio climático ponen a la mujer en un lugar más peligroso que al hombre. La incorporación de una perspectiva de género en los debates permite a las mujeres desempeñar un papel más importante en su propia protección.

 =        Es positivo para la infancia y, por tanto, para el futuro del mundo. Con oportunidades de ingresos iguales a los de los hombres, las madres pueden ofrecer educación, atención médica y alimentos más saludables a sus hijos. Los estudios también muestran que la reducción de la mortalidad infantil está vinculada al aumento de los niveles de educación. Los niños criados en entornos de igualdad de género tendrán mejores resultados que los criados con desigualdad.



 =        Reduce otras desigualdades como el racismo. La igualdad de género y la igualdad racial están estrechamente vinculadas. Dentro de temas como la brecha salarial de género, la raza juega un gran papel. Las mujeres blancas y asiáticas ganan más que las mujeres negras, hispanas y nativas. En los Estados Unidos, las mujeres negras se enfrentan a un mayor riesgo de muerte por causas relacionadas con el embarazo. Cuando la igualdad de género considera la raza como un factor, mejora la igualdad racial al mismo tiempo.

 =        Reduce la pobreza. Las tasas de pobreza son las más altas entre las jóvenes. A medida que los niños y las niñas crecen, la brecha de género en la pobreza se hace más grande. Esto se debe probablemente a que las niñas no reciben la misma educación y las mismas oportunidades de trabajo que los niños, y cuando las niñas se casan, a menudo no trabajan. La desigualdad de género mantiene a las mujeres y a sus familias atrapadas en ciclos de pobreza. Cuando las mujeres reciben una mejor educación, atención médica y oportunidades de trabajo, pueden prosperar. Invertir en la desigualdad entre los géneros es una forma sostenible y muy eficaz de reducir la pobreza.

 =        Ayuda a las empresas. Cuando las mujeres reciben la misma educación y oportunidades de trabajo que los hombres, pueden mejorar cualquier organización a la que se unan. Los estudios demuestran que la diversidad de todos los tipos (género, raza, identidad sexual, etc.) aumenta la productividad y la innovación de una organización.

 =        Nos hace crecer económicamente. Los estudios demuestran que el aumento de la participación de la mujer en la economía es bueno para la economía. En los países de la OCDE, si se aumentaran las tasas de empleo femenino para que coincidieran con las de Suecia, se produciría un aumento del PIB equivalente a 6 billones de dólares. Las diferencias salariales entre hombres y mujeres terminan costando a la economía.



 =        Mejora la protección legal y reduce la violencia. Según los datos, las mujeres no están bien protegidas de la violencia doméstica, sexual y económica, las cuales afectan a la seguridad y la libertad de la mujer. El aumento de los derechos legales de las mujeres las mantiene seguras y capaces de construir vidas felices y productivas.

Espero haber aportado mi granito de arena.

Ha sido un placer realizar este curso.

Muchas gracias a cualquiera que lea las entradas de este blog.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Módulo 3. Políticas públicas para la igualdad de oportunidades - Los Fondos Next Generation EU - El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR)

MÓDULO 2. El largo camino hacia la igualdad. Mujeres en la historia, Segovia.